jueves, 17 de noviembre de 2016

MODISTA


Con cuidado, para que no se les caigan los alfileres, les pruebo los vestidos. La bailarina, la secretaria y la esquiadora están listas, sólo falta la princesa. La princesa es dócil; no emite una queja mientras le pruebo la enagua, ajusto el corsé y enderezo la tiara. La pongo en su sitio y me aparto: ni que las hadas la hubieran vestido. Cuando el vapor de su aliento ya no empañe la caja, mi felicidad será completa.


Mariángeles Abelli Bonardi

Foto tomada de Facebook

2 comentarios:

  1. Excelente micro. Que bueno leer cosas bellas. Enhorabuena pues.

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    1. ¡Muchas gracias, ANTONIO! Qué gusto verlo pasar por mi blog. Y sí, es bueno leer cosas bellas, y un poquitín truculentas considerando el final... ;)

      Le mando un beso grande,
      Mariángeles

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