Hola, Guillermo. A vuelo de pájaro, te cuento algo de lo que se dijo/concluyó (los apuntes también los tomé a vuelo de pájaro, no obstante, creo que la idea general se entiende):
*La microficción es un género difícil para el docente. Se tiene que guiar y acompañar a ese docente para que el material no se desperdicie, y tiene que haber una articulación con unidades temáticas y con la organización del pensamiento.
*El docente debe trabajar lecturas de diferentes géneros literarios antes de enfrentar la lectura del microrrelato.
*Tiene que haber un espacio semanal dedicado a la microficción y a la creatividad, un trabajo de impregnación, de lenta entrada e inmersión en la microficción; sumergirse en la entrelínea e interrogar al texto antes de hacer la puesta en común y la propuesta de escritura.
*El microrrelato, en tanto género, está en estado de evolución, pero de ninguna manera está implementado. Es necesario de curriculizar el género y formar a los difusores y a los futuros educadores en los cuatro niveles- primario, secundario, terciario, universitario- pero en el caso del preescolar, deben adaptarse los textos.
*El motor del apetito por las formas breves es el tiempo, esa mercadería tan escasa; ya no nos queda tiempo para la lectura por placer. La microficción crea un mundo ficcional completo en menos de una página, y ése es el desafío para nosotros, los ecritores de microficción.
* El género aún no sabe qué hacer más que escribirse a sí mismo. Enseñar a leer microrrelatos es enseñar a leer desde el silencio. Hay que formar lectores y educadores enamorados del género que elijan.
Bueno... palabras más, palabras menos, esto es algo de lo que se charló en los dos días de coloquio.
Estimada Mariángeles a qué conclusiones se llegó en dicho evento, el adjunto no revela nada en especial. Un abrazo desde Colombia.
ResponderBorrarHola, Guillermo. A vuelo de pájaro, te cuento algo de lo que se dijo/concluyó (los apuntes también los tomé a vuelo de pájaro, no obstante, creo que la idea general se entiende):
Borrar*La microficción es un género difícil para el docente. Se tiene que guiar y acompañar a ese docente para que el material no se desperdicie, y tiene que haber una articulación con unidades temáticas y con la organización del pensamiento.
*El docente debe trabajar lecturas de diferentes géneros literarios antes de enfrentar la lectura del microrrelato.
*Tiene que haber un espacio semanal dedicado a la microficción y a la creatividad, un trabajo de impregnación, de lenta entrada e inmersión en la microficción; sumergirse en la entrelínea e interrogar al texto antes de hacer la puesta en común y la propuesta de escritura.
*El microrrelato, en tanto género, está en estado de evolución, pero de ninguna manera está implementado. Es necesario de curriculizar el género y formar a los difusores y a los futuros educadores en los cuatro niveles- primario, secundario, terciario, universitario- pero en el caso del preescolar, deben adaptarse los textos.
*El motor del apetito por las formas breves es el tiempo, esa mercadería tan escasa; ya no nos queda tiempo para la lectura por placer. La microficción crea un mundo ficcional completo en menos de una página, y ése es el desafío para nosotros, los ecritores de microficción.
* El género aún no sabe qué hacer más que escribirse a sí mismo. Enseñar a leer microrrelatos es enseñar a leer desde el silencio. Hay que formar lectores y educadores enamorados del género que elijan.
Bueno... palabras más, palabras menos, esto es algo de lo que se charló en los dos días de coloquio.
Otro abrazo para vos,
Mariángeles