Quizás mañana, se dijo, sin mucha convicción. Quizás mañana, con la noche de por medio, descubriera de dónde venía. Había revisado milimétricamente, ajustando todo, y aún así, no lograba eliminar el chirrido. ¿Le seguiría faltando? Imposible; todavía escarmentaba la carencia de la última vez. Como quien pone un manto de piedad, se tapó con la sábana. ¿Que no era perfecta? ¿Que no resplandecía? Eso está por verse, alcanzó a murmurar antes de que el sueño lo venciera. Cansado, desvencijado por el temor, el sufrido metal de su armadura quedó en silencio.
©Mariángeles
Abelli Bonardi
Con
este microrrelato participé en la décima semana del concurso Relatos en
Cadena (ReC). La frase resaltada es la frase de inicio correspondiente
al último relato ganador. Si desean leer las bases, hagan clic en: http://escueladeescritores.com/concurso-bases-rec-2013