viernes, 21 de octubre de 2016

Ser pájaro


Déjala a ella que sea pájaro — había dicho su padre, y desde entonces, frente a la ventana, Lira practicó hasta dar con las notas precisas. Pero reinar sobre los trinos no le alcanzaba; allí, en el verde, estaban los otros, los únicos sonidos que darían a su voz matices incomparables. Sin demora, con la primera luz, abrió la puerta como quien abre una jaula. El bosque la llamaba, llenaba su garganta de colores. De su madre no quiso despedirse.

Mariángeles Abelli Bonardi

Foto tomada de Twitter

6 comentarios:

  1. Qué bonito, Mariángeles. Es un relato mágico.
    Besicos.

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    1. Tan mágico como ser pájaro, ¿cierto, PATRICIA?

      Más besicos para vos,
      Mariángeles

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  2. Tu protagonista necesitaba salir de la jaula, todos tenemos las nuestras, pero tu relato da mucho vuelo a quien lo lee.
    Abrazos, Mariángeles

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    1. Y al darle ese vuelo al que escribe y al que lee, los vuelve pájaro con ella.

      Te agradezco, ÁNGEL querido, tu profundo y certero comentario.

      Más abrazos para vos,
      Mariángeles

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  3. es un hermoso cuento! la libertad no tiene fronteras a menos que nos las impongan

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    1. A nuestra libertad, nadie puede imponerle fronteras, excepto nosotros mismos. Las otras, a mi modo de ver, no serían fronteras (no válidas, ciertamente...).
      Qué gusto, THELMA, que el cuento te parezca hermoso; yo le tengo mucho cariño.

      Un beso grande,
      Mariángeles

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