jueves, 14 de mayo de 2015

Mab, reina de las hadas


Con un ágata en su ombligo, envuelta en un velo azul, montada en su carro de una sola perla, toma el camino hacia Stratford: tiempo de visitar al tal Shakespeare, ese bardo del que tanto ha oído hablar.

©Mariángeles Abelli Bonardi
26 de abril de 2015


Con este microrrelato de mi autoría participé en el Concurso Mensual de Microficciones "Calendario Microcuentista 2016". La imagen correspondiente al mes de abril es de Christian Pereira Rogel.
 
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4 comentarios:

  1. ¿Su mágica musa, tal vez?
    Precioso y sugerente, Mariángeles.
    Un abrazo.

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    1. Hola, PATRICIA. la reina Mab es la reina de las hadas de Shakespeare; aparece en el discurso que Mercucio hace sobre ella en Romeo y Julieta y también fue inspiración para el poeta Rubén Darío, que incluyó el detalle de la perla en el carruaje. En este caso, yo la convertí en la musa de Shakespeare con un toque de Rubén Darío ;)

      Me complace que el texto sea de tu agrado.
      Cariños, Mariángeles

      Habla Mercucio:

      "Ya veo que te ha visitado la reina Mab,
      la partera de las hadas. Su cuerpo
      es tan menudo cual piedra de ágata
      en el anillo de un regidor.
      Sobre la nariz de los durmientes
      seres diminutos tiran de su carro,
      que es una cáscara vacía de avellana
      y está hecho por la ardilla carpintera o la oruga
      (de antiguo carroceras de las hadas).
      Patas de araña zanquilarga son los radios,
      alas de saltamontes la capota;
      los tirantes, de la más fina telaraña;
      la collera, de reflejos lunares sobre el agua;
      la fusta, de hueso de grillo; la tralla, de hebra;
      el cochero, un mosquito vestido de gris,
      menos de la mitad que un gusanito
      sacado del dedo holgazán de una muchacha.
      Y con tal pompa recorre en la noche
      cerebros de amantes, y les hace soñar el amor;
      rodillas de cortesanos, y les hace soñar reverencias;
      dedos de abogados, y les hace soñar honorarios;
      labios de damas, y les hace soñar besos,
      labios que suele ulcerar la colérica Mab,
      pues su aliento está mancillado por los dulces.
      A veces galopa sobre la nariz de un cortesano
      y le hace soñar que huele alguna recompensa;
      y a veces acude con un rabo de cerdo por diezmo
      y cosquillea en la nariz al cura dormido,
      que entonces sueña con otra parroquia.
      A veces marcha sobre el cuello de un soldado
      y le hace soñar con degüellos de extranjeros,
      brechas, emboscadas, espadas españolas,
      tragos de a litro; y entonces le tamborilea
      en el oído, lo que le asusta y despierta;
      y él, sobresaltado, entona oraciones
      y vuelve a dormirse. Esta es la misma Mab
      que de noche les trenza la crin a los caballos,
      y a las desgreñadas les emplasta mechones de pelo,
      que, desenredados, traen desgracias.
      Es la bruja que, cuando las mozas yacen boca arriba,
      las oprime y les enseña a concebir
      y a ser mujeres de peso."

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  2. La reina se va a encontrar con el maestro de las letras, esas mismas que tú también dominas.
    Ya leí tus felicitaciones por mi mención. Hubo suertecilla. Lo que más me gustó fue que escribieras una palabra con la que estoy totalmente de acuerdo: "amigo". Ya sabes que el aprecio es mutuo.
    Un abrazo grande, Mariángeles

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    1. Lo tuyo fue más que suerte, ÁNGEL. Que un texto sea hiperbreve no quiere decir que sea fácil, y sospecho, en tu caso, que fue muy trabajado, y es muy ingenioso por cierto (lo de los oídos en el estómago y los pendientes en el ombligo jamás se me hubiera ocurrido; supiste sacarle buen partido a la foto de abril). Y en cuanto a la reina Mab- cuyo nombre casualmente lo forman las letras de mi nombre y apellido, - enseguida pensé en ella al ver el piercing en la imagen porque me remontó al ágata que se nombra en el discurso de Mercucio en Romeo y Julieta, así que de ahí partí para escribir. Y más allá de lo logrado o no que esté, me gusta el resultado.

      Otro abrazo para vos,
      MAB

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