(del lat.folĭa). Lámina escrita y
crujiente, desprendida del bloc, que el escritor desinspirado arroja al viento
otoñal, hecha mil pedazos, para que éste se la lleve lejos.
©Mariángeles Abelli Bonardi
10 de abril de 2015
Con este microrrelato de mi
autoría participé en el Concurso Mensual de Microficciones "Calendario
Microcuentista 2016". La imagen correspondiente al mes de abril es de
Christian Pereira Rogel.
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Oh, me llegó. Cuántas de esas hojas se me van
ResponderBorrarEsas son las más escurridizas, y no son privativas del otoño.
BorrarGracias, PALOMA, por pasar a comentar. Si la hoja te llegó, me doy por bien servida.
Cariños,
Mariángeles
Pues si son tuyos, yo pienso recoger esos trocitos uno a uno y volverlos a pegar, para leer esa página una y otra vez.
ResponderBorrarUn abrazo, Mariángeles
¿Serán míos? Vaya una a saber, ÁNGEL... En todo caso, te tocará armar un rompecabezas muy escrito y, sobre todo, muy crujiente :)
BorrarCariños, M.