Sus olas, mareas… Su punto exacto de azul
encuadrado en la ventana. Tantas veces lo ha mirado que, podría decirse, conoce
el mar de memoria.
De memoria, también, conoce la barca. Esa que reluce, de proa a popa, sin una sola astilla.
Y el ancla... ¿qué decir del ancla?
¿De esa que la retiene… de este lado del miedo?
De memoria, también, conoce la barca. Esa que reluce, de proa a popa, sin una sola astilla.
Y el ancla... ¿qué decir del ancla?
¿De esa que la retiene… de este lado del miedo?
©Mariángeles Abelli Bonardi
14 de septiembre de 2015
14 de septiembre de 2015
Con este microrrelato de mi
autoría participé en el Concurso Mensual de Microficciones "Calendario
Microcuentista 2016". La imagen correspondiente al mes de septiembre es de Rosa Delia Guerrero.
Para leer al micro seleccionado, hagan clic aquí
Ese ancla a la que llamamos miedo, que nos impide navegar como debiéramos.
ResponderBorrarAbrazos, Mariángeles
Navegar libres de miedos...Cómo cuesta a veces soltar las anclas que nos lastran, ¿cierto?
BorrarPor suerte está la literatura, que nos ayuda a lograrlo.
Otro abrazo para vos,
MAB