jueves, 5 de marzo de 2015

Museo de Historia Natural


Como todas las noches, los autos pasan e iluminan la hilera de columnas. No es raro que entre ellas se filtre la luz, ni que los haces inunden las vitrinas, lustren las estatuas, acaricien el lomo del tigre embalsamado. Pero resulta llamativo que hoy, justamente hoy, los insectos no recorran sus vitrinas, las estatuas no parpadeen, y que el tigre, camuflado por las luces y las sombras que proyecta la hilera de columnas, no haya salido a cazar.   
 
©Mariángeles Abelli Bonardi
Febrero 2015


Con este microrrelato de mi autoría participé en el Concurso Mensual de Microficciones "Calendario Microcuentista 2016". La imagen correspondiente al mes de febrero es de Christian Pereira Rogel.

Para leer a todos los textos elegidos, hagan clic aquí

2 comentarios:

  1. Un museo con vida propia en horas nocturnas, un relato que se lee con gusto por su buena factura y originalidad.
    Un saludo, Mariángeles

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Qué gusto que sea de tu agrado, ÁNGEL. A mí siempre me han fascinado los museos y no me fue difícil encontrar uno en la foto.

      Cariños, M.

      Borrar