A medida que avanzo, las zarzas se
van cerrando. Con las manos a modo de visera, me protejo la vista y continúo.
De refilón hay negro, blanco, amarillo; los espinos van vistiendo los jirones
de mis ropas. Me lastimo; brota el rojo en espesos retazos de sangre. Ya casi no queda espacio, pronto nada
quedará. Ni siquiera un ínfimo punto al que poder fugarme.
©Mariángeles Abelli Bonardi
En Twitter soy @queenmab1974
Cuadro elegido: JACKSON POLLOCK
7 de marzo de 2014
Cuadro elegido: JACKSON POLLOCK
7 de marzo de 2014
Con este microrrelato participo en "Trabajando con los sentidos 3", la propuesta creativa del blog El Fantasma de la Glorieta. Para ver de qué se trata, hagan clic en http://elfantasmadelaglorieta.blogspot.com.ar/2014/03/trabajando-con-los-sentidos-3.html
Buenísimo, Mariángeles. Me encanta ese meterse dentro del cuadro, el como aparece el rojo de sangre. Has dado profundidad a la imagen; ya no puedo ver igual el cuadro después de tu historia.
ResponderBorrarUn abrazo.
Si es así, SARA, quedo más que contenta, porque esa profundidad a la que aludís es la que yo le intuía al cuadro de Pollock. Meterme adentro fue la única manera de contar la historia que me evocaba, y a juzgar por tu comentario, parece que lo conseguí.
ResponderBorrarOtro abrazo para vos.
Cariños, M.
Se diría que el cuadro parece pintado basándose en tus percepciones y no al revés.
ResponderBorrarFelicidades, Mariángeles.
Beso!
¡Qué bueno que así te lo parezca, BEA! (Habría que ver qué diría Pollock de mi texto, pero me temo que ya es tarde para preguntarle, jajaj). Muchas gracias por la felicitación y el comentario.
ResponderBorrarOtro beso para vos, M.
Adhiero a los comentarios anteriiores en lo que se refiere a la profundidad del relato, y agrego la sensación de agobiante opresión y encierro que describen tus zarzas.
ResponderBorrarComo siempre me encanta leerte y releerte a través de los comentarios. Besos Ma
Y a mí me encanta que me leas y releas, MA quedida. Ese agobio, esa opresión de la que hablás es la misma que yo vi en el cuadro; creo que de ahí surgió la evocación del bosque de zarzas.
BorrarQué lindo que hayas pasado a comentar.
Besos, M.