Días,
noches sin dormir
pegando carteles
para que la Policía supiera
que estaba buscando a un asesino.
"Que pagara sufriendo en la cárcel, no así."
El destino tomó otro rumbo.
femicida de rostro imperturbable:
una vida de proyectos
que asesinó a sangre fría.
El jurado popular no tuvo dudas:
"Culpable de homicidio
triplemente agravado."
Si hay algo que la madre hizo,
fue luchar.
Que pagara en la cárcel,
no así:
en el hospital,
en ese colchón con resortes,
en siete meses,
fulminado por un cáncer.
(c)Mariángeles Abelli Bonardi
Octubre 2017
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