Éramos el sapo y la mariposa. O el mariposo y la sapa, más bien. Te posaste en mi cabeza, seguramente pensando en libar los jugos de alguna flor. Cuando moviste las alas, terminé de admitir que tenías razón: lo que decías de mi lengua larga era más que cierto.
Mariángeles Abelli Bonardi
En Twitter soy @queenmab1974
7 de abril de 2017
Foto tomada de Facebook
Hay parejas que, en una vida o en otra, tropiezan con los mismos obstáculos.
ResponderBorrarSiempre me alegro de leerte y de releerte. En este caso, más si cabe por ser algo recién salido del horno, lo que demuestra actividad.
Un abrazo grande, Mariángeles
Ciertas cosas, mejor solucionarlas en vida... y si queda alguna duda al respecto, basta ver lo que les pasó a la sapa y al mariposo, jaja
BorrarQué gusto, ÁNGEL, que sea de tu agrado esta ocurrencia mía recién salida del horno... Como no me suceden seguido, hago lo que decía Picasso: "Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando".
Otro abrazo grande, amigo.
Cariños,
Mariángeles