Se dice que aparece como
el fenómeno natural que le da nombre. Que las mujeres pueden verlo en su forma
verdadera; los hombres sólo distinguimos un rayo.
Se dice que su huevo trae mala suerte a la zona, y que por eso debe ser destruido.
Nadie te dice que cuando te atrapa… no duda en usarte de pararrayos.
Se dice que su huevo trae mala suerte a la zona, y que por eso debe ser destruido.
Nadie te dice que cuando te atrapa… no duda en usarte de pararrayos.
©Mariángeles
Abelli Bonardi
10 de octubre de
2015
Con este microrrelato de mi
autoría participé en el Concurso Mensual de Microficciones "Calendario
Microcuentista 2016". La imagen correspondiente al mes de octubre es de Iván Fernández.
Un pájaro peligroso, sin duda, plasmado con buena imaginación.
ResponderBorrarAbrazos, Mariángeles
Un pájaro peligroso sin ninguna duda, ÁNGEL querido; la perspectiva de verse transformado en pararrayos no es naaada linda, jaja
BorrarSegún "La biblia de las criaturas míticas", el ejemplar real más comúnmente identificado con el pájaro del rayo es el ave martillo (su pico curvo y la forma de su cresta recuerdan a esa herramienta). La grasa de este pájaro es un valioso componente de la medicina tradicional africana, y para conseguirla, es necesario capturar al ave en el momento que el rayo cae en tierra... ¡Facilísimo! ;)
En fin, un pajarito que ameritaba, si no la excelencia literaria, al menos el intento de lograrla.
Otro abrazo para vos.
Cariños,
Mariángeles