Por agua y por
fuego habían perecido las otras. Antes que la cabeza, prefirió perder la cola y
huyó, verde entre el verde, a camuflarse en el rosal.
©Mariángeles Abelli Bonardi
19 de Agosto de 2015
Con este microrrelato de mi
autoría participé en el Concurso Mensual de Microficciones "Calendario
Microcuentista 2016". La imagen correspondiente al mes de agosto es de Enrique Ramírez.
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Sabias lagartijas, que dejan su cola como señuelo para escapar a toda prisa. Bonita composición, merecedora, sin duda, de que hubieras sido de nuevo "chica del calendario".
ResponderBorrarUn abrazo, Mariángeles
Muchas gracias, ÁNGEL, por el voto de confianza. Sin dudas, me hubiera encantado volver a ser "chica de calendario" pero ya ves, no pudo ser. Por suerte todavía queda concurso para seguir intentando, así que aquí estoy, mirando la nueva foto, a ver qué historia me cuenta.
BorrarOtro abrazo para vos, M.
Muy logrado tu texto a partir de la foto, Mariángeles. Yo si fuese lagartija también preferiría perderme en un rosal, a pesar de los pinchos, que dejarme maltratar por las salvajes manos de algunos niños.
ResponderBorrarUn beso
¡Muchas gracias, JUANA! Y totalmente de acuerdo. Los pinchos del rosal no son nada agradables, pero de seguro preferibles a la crueldad de unos niños a los que no se les ha enseñado a amar ni mucho menos respetar la naturaleza.
BorrarOtro beso para vos,
Mariángeles