Microficciones, haikus, y otros funambulismos literarios
Todos con la cabeza alta y la boca abierta. Que ese rojo sangre nunca sea reflejo de la de los hombres en la Tierra.Un abrazo, Mariángeles
Yo también rezo por ello, ÁNGEL.Un gusto que tan breve haiku haya inspirado un comentario tan profundo. Otro abrazo para vos, MAB
Todos con la cabeza alta y la boca abierta. Que ese rojo sangre nunca sea reflejo de la de los hombres en la Tierra.
ResponderBorrarUn abrazo, Mariángeles
Yo también rezo por ello, ÁNGEL.
BorrarUn gusto que tan breve haiku haya inspirado un comentario tan profundo.
Otro abrazo para vos,
MAB