¡Muchas gracias, ÁNGEL! Como dijo la haijina María Gutiérrez (canaria, ella) en el taller de haiku que el año pasado dictó en la feria del libro de mi ciudad, el haiku es el producto de un asombro, de un estremecimiento, y nos enclava en el presente. Y cada vez que leo este haiku en particular, me acuerdo de esas vacaciones en que veraneaba en la montaña y vi tres cabecitas peludas y tres pares de ojitos brillantes, muy parecidos a los de las nutrias de la foto, que venían nadando por el río, corriente abajo. Creo que de no haber tenido esa vivencia, el haiku no hubiera salido.
Un haiku hermoso, con su medida y temática sobre naturaleza, como corresponde.
ResponderBorrarUn abrazo
¡Muchas gracias, ÁNGEL! Como dijo la haijina María Gutiérrez (canaria, ella) en el taller de haiku que el año pasado dictó en la feria del libro de mi ciudad, el haiku es el producto de un asombro, de un estremecimiento, y nos enclava en el presente. Y cada vez que leo este haiku en particular, me acuerdo de esas vacaciones en que veraneaba en la montaña y vi tres cabecitas peludas y tres pares de ojitos brillantes, muy parecidos a los de las nutrias de la foto, que venían nadando por el río, corriente abajo. Creo que de no haber tenido esa vivencia, el haiku no hubiera salido.
ResponderBorrarOtro abrazo para vos,
Mariángeles