sábado, 24 de enero de 2015

Gárgola que lee



Pudo haber sido
uno de ellos


en el campus,
la biblioteca,


el aula
y el pupitre.


Ensimismada,
se inclina sobre el libro


y mata el tiempo

que la erosiona.

 
 
©Mariángeles Abelli Bonardi
27 de noviembre de 2014


Imagen tomada de Twitter 
(Gárgola que lee, Balliol College, Oxford, UK. Foto: Piers Nye)
 

8 comentarios:

  1. Has convertido a un ser inerte en algo vivo, eso sólo lo hace quien tiene magia en las palabras.
    Un abrazo, Mariángeles

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    1. ¿Qué responder a palabras como ésas? El "GRACIAS" se me queda corto, ÁNGEL.

      Otro abrazo para vos, M.

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  2. Profundo y hermoso, Mariángeles.
    Desde la quietud, tu gárgola comparte mucha de su sabiduría.
    ¡Sigue así!

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    1. ¡Muchas gracias, VICENTE! Es que las gárgolas, cuanto más quietas, más sabias son. Me alegra que te parezca hermoso el poema.

      Cariños,
      Mariángeles

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  3. El tiempo puede que se mate pero el alma renace y se aviva con la lectura.
    Me encantan las gárgolas de cualquier índole pero esta que nos regalas me puede rechiflar.
    Besos de gofio.

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    1. "El alma renace y se aviva con la lectura", una frase totalmente cierta que sólo alguien que lee (que lee mucho) podría decir.
      Qué gusto, GLORIA, que te encante la gárgola; a mí me robó el corazón desde el mismo momento en que la vi y, a cambio, me inspiró el poema ;)

      Otro beso para vos,
      Mariángeles

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  4. Vicente Varas (elchen00)30 de enero de 2015, 8:41 p.m.

    Desde la quietud, la gárgola de tus versos nos comparte un poco de su sabiduría.
    ¡Felicidades, Mariángeles! Es hermoso y profundo.
    Vicente.

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    1. ¡Muchas gracias, VICENTE! Las gárgolas suelen ser parcas, pero si se trata de sabiduría, versos e historias, no dudan en compartirlas a quien sabe escuchar ;)

      Me complace que el poema sea de tu agrado.

      Cariños,
      Mariángeles

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