Rostros y sonrisas, en el rabillo del ojo. Hoy ha
sido Ico y Trotín. La última vuelta trae un nuevo nombre: le crecen alas.
Nada importa más que la meta que avizora. Con el
viento en la sangre, deja a los otros atrás y el jinete agarra la sortija.
El niño lo miró: -Es manso por naturaleza, nunca he tenido que domarlo-
aseguró el calesitero, orgulloso, y lo ayudó a montar.
La alegría del carrusel lo sedujo; decidió partir. Tierra, Fuego, Agua y Metal prefirieron los confines del horóscopo.
La alegría del carrusel lo sedujo; decidió partir. Tierra, Fuego, Agua y Metal prefirieron los confines del horóscopo.
MADERA DE CARRUSEL. Había dejado a los suyos en pos de un sueño. Entre
vueltas y sortijas, el caballo se sentía en su elemento.
Mariángeles Abelli (@queenmab1974), Abril 2012
Es increíble la cantidad de historias que te pueden surgir al mirar una imagen. Felicidades. Mis favoritos: el primero, el cuarto y el último. Es una suerte que los tuits al fin hayan visto la luz.
ResponderBorrar(Oye, ahora recuerdo que me debes la lectura de un oso de peluche tuerto)
Besos
ResponderBorrarSí, BEATRIZ, así es; con sólo ver ese hermoso caballo de calesita surgen un montón de historias. A mí, los que más me gustan son el primero y el cuarto hiperbreve. Finalmente no hubo mal que por bien no viniera; no concursaron pero los pude mostrar aquí. (En cuanto al osito, sigue tuerto el pobre, a la espera de un final para su historia. Esperemos que las musas me vuelvan a ser favorables para poder contarlo.) Cariños, M.
Hola, Mariángeles. Hoy he descubierto tu cuaderno de bitácora.
ResponderBorrarEl primero y el tercero me gustan muchísimo.
Ahora te agrego al reader.
Saludos van
Sandra Montelpare
ResponderBorrarHola, Sandra, qué bueno que me hayas descubierto, no hace ni un mes que me estrené como bloguera y es un gusto encontrarme con tu comentario. Los dos hiperbreves que nombrás son, a mi juicio, los más logrados y les tengo especial cariño.
Gracias por agregarme al reader; yo todavía no sé cómo se hace, pero ni bien lo averigüe te agrego.
Retribuyo con creces los saludos. Cariños, Mariángeles