Se acuesta; aún está caliente. Tiene su olor y el del último hueso que royó. Con la punta de la cola, acerca el ovillo y juguetea... Para una oreja: nada. Mira de reojo: nadie. Nada ni nadie: él se ha encargado...
Maúlla de satisfacción, casi como pensando en voz alta: "La alfombra, tu alfombra, es mía."
©Mariángeles Abelli Bonardi
En Twitter soy @queenmab1974
Julio 2018
Foto vía @susanarnoutsmit
No hay comentarios.:
Publicar un comentario