Nunca ha vivido una «Blanca Navidad»: lo piensa y camina a la par del quitanieves que poco a poco, parsimoniosamente, va limpiando la calle.
Recién ahora, después de un mes, puede prescindir del mapa: el «super», la playa, el centro, el consulado… Todo le sabe a novedad y a aprendizaje.
Se arrebuja en el abrigo y llega a casa con las compras: besa a su novio, ordenan todo, se sientan y, mates de por medio, planifican el menú de Nochebuena.
Es un tiempo agridulce para ellos: tan lejano a la familia y tan cercano a los sueños…
«El show debe continuar», se dicen, subiéndose el ánimo: el mundo es su carpa de circo, y artistas al fin, a él se deben.
Recién ahora, después de un mes, puede prescindir del mapa: el «super», la playa, el centro, el consulado… Todo le sabe a novedad y a aprendizaje.
Se arrebuja en el abrigo y llega a casa con las compras: besa a su novio, ordenan todo, se sientan y, mates de por medio, planifican el menú de Nochebuena.
Es un tiempo agridulce para ellos: tan lejano a la familia y tan cercano a los sueños…
«El show debe continuar», se dicen, subiéndose el ánimo: el mundo es su carpa de circo, y artistas al fin, a él se deben.