Me complace que te haya gustado, Luis, señal de que no me equivoqué al elegir este haiku para la entrada. Últimamente los tengo medio abandonados y quise cambiar eso. Cariños, Mariángeles
Así de caprichosos y antojadizos son los dioses, Ángel; me alegra que mi haiku te parezca bueno. Le tengo especial cariño porque es fruto de mi paso por el curso que imparte el Taller de Escritores de Barcelona; hace unos meses tuve la suerte de ganármelo en Twitter. Un saludo, M.
Sutil como la pobre nube cascada. Un beso.
ResponderBorrarMe complace que te haya gustado, Luis, señal de que no me equivoqué al elegir este haiku para la entrada. Últimamente los tengo medio abandonados y quise cambiar eso.
ResponderBorrarCariños, Mariángeles
Buen haiku. Los dioses juegan con los elementos y luego nosotros queriendo darle una explicación física. Un saludo.
ResponderBorrarAsí de caprichosos y antojadizos son los dioses, Ángel; me alegra que mi haiku te parezca bueno. Le tengo especial cariño porque es fruto de mi paso por el curso que imparte el Taller de Escritores de Barcelona; hace unos meses tuve la suerte de ganármelo en Twitter.
ResponderBorrarUn saludo, M.