Bajo la luz del baño, por enésima vez, Teresa mira su reflejo. Vuelve a 
cepillarse el pelo, retoca el labial, comprueba que la ropa le combina. 
Pero por más que compruebe, por más que cepille y retoque, sus ojos 
hacen foco en la boca. “¡Alambre de púas! ¿Quién te va a querer besar?”.
 Reprime las lágrimas, y con gran esfuerzo, se sacude la crueldad de sus
 compañeras de clase. “Esta cárcel, estos hierros no van a durar para 
siempre”, repite mientras palpa la estampita en el bolsillo, forzando 
una metálica sonrisa ante el espejo. Inspira profundamente y en el mismo
 bolsillo, bien pegado a la estampa, coloca el labial. Ahora sí. Ahora 
sí está lista para irse.
 ©Mariángeles Abelli
Bonardi
Marzo 2015
Marzo 2015
Con este microrrelato participo en ENTC, el IV Certamen de Relato Corto "Esta Noche Te Cuento". Mi trabajo responde a la propuesta basada en el 5to centenario del nacimiento de Santa Teresa: 
Incluir en el texto cualquier verso de esta estrofa:
 
¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

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